Esta acertada frase , muy manida, tiene muchas aproximaciones, para empezar:
Es de origen latino, viene del siglo segundo del imperio romano y aparece en la Sátira X del cómico Juvenal.
En esos momentos históricos le daban un sentido de conseguir un equilibrio espiritual en un cuerpo equilibrado, distinto sentido que le damos hoy, pero si nos centramos en la propia frase tal y conforme la entendemos en nuestros días, deberíamos de pensar que es conseguir un cuerpo sano y equilibrado con la práctica deportiva y hábitos de vida y para que?…
Es posible que a la practica deportiva se llegue por motivos distintos, como conseguir un cuerpo físicamente sano y estético según los cánones actuales, mejorar el pronóstico, o evitar determinadas enfermedades, crear una cultura física, mental y mejorar la disciplina necesaria para la vida.
Todas esas razones son necesarias y yo diría imprescindibles.
En los niños, conseguimos crear hábitos positivos, cultura física y desarrollo de los esquemas físicos y mentales. Animo de superación.
En los jóvenes, abundamos en las mismas ideas que en los niños y cambiamos su estilo de vida.
En la mediana edad, básicamente intentamos cambiar nuestros hábitos sedentarios para transformarlos en activos y regularizarlos. En muchas ocasiones eso lleva a cambiar también nuestra forma de alimentarnos y de entender la vida. Cambiamos casi sin darnos cuenta nuestro estilo de vida. Mejoramos nuestra expectativa de vida funcional.
En la edad avanzada, mejoramos nuestra forma de enfocar esta difícil etapa de la vida y nuestra funcionalidad. Evita los síntomas de la tristeza. Nos sigue haciendo mas funcionales.
En definitiva sigue siendo fundamental.
Por todo ello la practica de un deporte regular, tutelado, controlado, es imprescindible.
Adquirimos una responsabilidad con vida que nos hace herederos del equilibrio y la armonía.
Dr. FRANCISCO VIVANCOS ALCARAZ
Medicina interna
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