Aunque estos días sólo escuchemos las palabras “coronavirus” y “cuarentena”, hoy quiero hablar de otra, que al cabo del año mata a más personas que la actual pandemia. Su nombre es “sedentarismo”. La rae define a la persona sedentaria como “Dicho de un oficio o de un modo de vida: De poca agitación o movimiento”.
Debido a la época que nos ha tocado vivir, la mayoría de nosotros podríamos definirnos como tal. Pasamos demasiadas horas sin movimiento, por causas laborales, de ocio, culturales, etc. Y es que, o por desconocimiento o por pensar que no nos puede pasar, no somos conscientes de muchas de las consecuencias que puede provocar esta vida sedentaria. Entre otras se encuentran: obesidad, desarrollo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, hipercolesterolemia, ACV, síndrome metabólico, diabetes, ciertos tipos de cáncer, osteoporosis, depresión o ansiedad.
Todas estas enfermedades crónicas a lo largo del año matan a muchos millones de personas en todo el mundo, y disminuyen la calidad de vida de muchas otras. Los fisioterapeutas (esas personas tan pesadas que insisten a la gente que se tiene que mover) tenemos claro que el movimiento es salud, y que nuestro sistema musculo-esquelético está concebido para moverse, no para pasar horas y horas en posiciones mantenidas.
Esta cuarentena, por causas mayores que son irrebatibles, nos va a pasar a todos una factura física. Si en general la mayoría llevamos una vida poco activa (aunque estemos acostumbrados a hacer algo de ejercicio físico), tras este periodo de varias semanas vamos a llevar una vida más sedentaria todavía.
Esto es algo que no vamos a poder evitar, pero os invito a que escuchéis estos días a vuestros cuerpos. ¿Os duele la espalda o el cuello? ¿Os sentís rígidos? ¿Tenéis menos energías y cada vez queréis hacer menos? ¿Estáis ansiosos? Felicidades, estáis sintiendo los efectos del sedentarismo de golpe y a gran escala. Esto nos podría hacer reflexionar sobre la importancia del movimiento para nuestra salud. Y quizás estas sensaciones no deberíamos de olvidarlas cuando todo esto acabe y volvamos a nuestra vida cotidiana, para reflexionar acerca de cómo podemos conseguir una vida más activa, y con ello mucho más saludable.
En el año 2019 Reino Unido publicó una guía de actividad física en la que recomienda para personas adultas al menos 150 minutos de actividad moderada por semana o 75 minutos de actividad intensa, con al menos 2 sesiones a la semana de fuerza.
Quizás estos días, debido a los medios de cada uno, no podamos conseguir esta cifra, pero siempre podemos hacer algo. No hace falta que tengas un gimnasio en casa, con garrafas de agua, una silla, una toalla, una mochila con peso y poco más puedes hacer algo de ejercicio. Gracias a las redes sociales están abundando multitud de contenidos para entrenar con poco material y espacio. Pero cuidado, no todas las rutinas están adaptadas a todos los niveles físicos. Además, a lo largo del día os invito a que os levantéis, andéis por vuestra casa, os sentéis y levantéis de la silla varias veces, estiréis, bailéis, etc. Lo que quieras, pero ¡muévete por favor! Tu cuerpo te lo agradecerá, o si no haz la prueba y compruébalo por ti mismo.
Cuando esta cuarentena finalice y retomemos nuestras vidas de nuevo, espero que nos haya servido para aprender las consecuencias del sedentarismo a corto plazo. Imagina estos efectos tras años y años de este modo de vida. Quizás seamos más conscientes de que nuestro cuerpo nos pide movernos constantemente, aunque lo ignoremos en la mayoría de ocasiones. Puede que sea el momento adecuado para plantearnos comenzar a hacer ejercicio físico (siempre bajo recomendaciones de un buen profesional) y a idear nuevas formas para poder movernos más a lo largo del día y conseguir una vida lo más activa posible.
Natalia Yagüe Marco
Grado en Fisioterapia. Universidad de Valencia. 2011-2015
Máster Universitario Oficial de Fisioterapia en el Deporte. Universidad Católica San Antonio, (UCAM), Murcia. 2016-2017